A la hora de emprender cada vez son más las personas que se deciden a montar una franquicia, entrando en un negocio que cuenta con la ventaja añadida de haber demostrado que puede funcionar y en el que el emprendedor cuenta en todo momento con asesoramiento por parte de los expertos que forman parte de la empresa matriz.
Qué es una franquicia
Antes de ver cómo se monta una franquicia hay que tener claro cómo funciona este modelo de negocio.
A través del contrato de franquicia, una de las partes (el franquiciador) cede a otra (el franquiciado) la potestad de poder usar su marca comercial para ofrecer al mercado sus productos o servicios, en un lugar determinado y por tiempo también determinado.
El franquiciado no solo obtiene la licencia para poder usar el nombre comercial, sino que recibe de la franquicia el know-how o “saber hacer” para comercializar los productos o servicios de la forma más correcta. A cambio, la franquicia se lleva una parte de las ganancias del negocio.
Requisitos necesarios para montar una franquicia
Si quieres saber cómo montar una franquicia debes tener en cuenta que deberás seguir al pie de la letra las normas impuestas por la empresa matriz. Esto implica que los requisitos para abrir una franquicia van a ser diferentes en cada caso.
Lo más habitual es que se te exija que tengas el capital inicial necesario y que pases por todos los procesos de formación que determine la franquicia.
Cómo montar una franquicia paso a paso
Montar una franquicia es un proceso que requiere una importante inversión de tiempo. A veces se puede tardar varios meses solo en elegir la franquicia con la que se va a trabajar, así que es algo que hay que tomarse con calma.
En primer lugar debes decidir en qué sector quieres entrar e investigar las franquicias que operan dentro de él. Selecciona tres o cuatro y pide más información sobre ellas, incluso una reunión personal si fuera necesario.
Con el dosier que te van a dar y el estudio de mercado que hagas por tu cuenta deberías tener información más que suficiente para saber si ese negocio que te interesa es realmente rentable para ti.
Si decides seguir adelante, lo más recomendable es constituir una sociedad mercantil, así limitas tu responsabilidad en caso de surgir deudas en el negocio. Por otro lado, tienes que ir buscando la financiación que vas a necesitar.
Una vez que sepas si vas a tener el capital necesario es momento de firmar el contrato de franquicia. Asegúrate de revisarlo muy bien y de que lo comprendes todo, ya que te va a imponer una serie de obligaciones.
Tras la firma del contrato llega el momento de ponerse en marcha y empezar a buscar un local adecuado, reformarlo, formarte, reclutar al personal y abrir el negocio. Todo ello siempre bajo la supervisión de la empresa matriz.
Montar una franquicia puede ser un proceso largo, pero es una buena forma de emprender entrando de lleno en un negocio que ya sabes que es rentable, y contando, además, con el respaldo de especialistas que te ayudarán a conseguir tus objetivos.