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Crowdfunding: qué es y por qué es un trampolín para tu proyecto

Empezar un nuevo negocio o sacar una nueva línea de producto no es sencillo. Una de las primeras dificultades con las que se topan los emprendedores es encontrar el dinero necesario para convertir su idea en una realidad. En el mercado existen diferentes alternativas de financiación, pero entre ellas empieza a hacerse muy popular el crowdfunding para empresas.

Qué es el crowdfunding

En castellano sería algo equivalente a micromecenazgo. Es decir, que una o varias personas (generalmente varias) prestan dinero a una empresa para que esta ponga en marcha un determinado proyecto.

Aunque en algunos casos esa cesión de capital puede ser gratuita, la mayoría de las veces lo normal es que el inversor espere algo a cambio, que suele ser algún tipo de recompensa.

Este sistema de financiación comenzó a usarse hace unos años en el ámbito de los proyectos digitales, pero hoy por hoy lo utilizan empresas de todo tipo, así como emprendedores y organizaciones.

Cómo hacer un crowdfunding y cómo funciona

Para usar este sistema primero es necesario inscribirse en una plataforma de crowdfunding. A continuación la empresa debe exponer claramente su proyecto, la cantidad de dinero que necesita y qué está dispuesta a dar a cambio de las cuantías recibidas.

El proyecto pasa después a una fase de valoración. Dependiendo del medio utilizado serán los propios expertos de la plataforma los que decidirán si publican o no el proyecto, o bien se someterá a la valoración de la comunidad.

Una vez que el proyecto está publicado se le da publicidad y permanece en vigor durante el tiempo seleccionado. Agotado ese plazo el crowdfunding se da por finalizado y el creador de la recaudación puede acceder al dinero, quedando vinculado con todos aquellos que hayan prestado capital en la forma previamente convenida.

Tipos de crowdfunding

  • Donación: en este caso quien aporta dinero no recibe nada a cambio. Este sistema es muy usado por organizaciones sin ánimo de lucro que quieren recaudar fondos para diferentes causas.
  • Recompensa: el inversor recibe un “premio” por participar. Por ejemplo, un producto gratuito.
  • De acciones: aquí el inversor recibe a cambio directamente acciones de la empresa.
  • Crowdlending: se conoce también como crowdfunding de préstamo, ya que el inversor recibe a cambio la devolución de su dinero más unos determinados intereses.
  • De royalties: los inversores se llevarán una parte de los beneficios que genere el proyecto financiado.

Ventajas del crowdfunding para tu empresa

  • Permite obtener financiación sin tener que pagar altos intereses.
  • Sirve a modo de estudio de mercado, puesto que ayuda a saber si ese proyecto interesa o no al público.
  • Conlleva menos riesgo. Si no se alcanza la cantidad necesaria para poner en marcha el proyecto, simplemente se devuelve lo recaudado a los aportantes y listo.
  • Al hacerse a través de plataformas especializadas da mayor seguridad tanto a quienes buscan financiación como a quienes prestan el dinero.

Debido a estas ventajas y a lo sencillo y accesible que es el proceso, el crowdfunding para empresas es una alternativa cada vez más empleada por aquellas organizaciones grandes o pequeñas que necesitan dinero para seguir innovando.