Por su agilidad tanto en su constitución como en su desenvolvimiento, la sociedad de responsabilidad limitada (también conocida como sociedad limitada o S.L.) es la forma social más común en nuestro ordenamiento jurídico; sin embargo, son numerosos los impuestos que tiene que pagar una sociedad limitada, por lo que es fundamental conocer con detalle cuáles son las obligaciones fiscales de una sociedad limitada a la hora de optar por esta forma social.
Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)
El IVA es un impuesto indirecto que grava el valor añadido de un servicio o producto; si bien técnicamente no es un impuesto que haya de pagar directamente una sociedad limitada. Toda vez que el mismo recae sobre el consumidor o usuario, las empresas están obligadas a presentar las declaraciones trimestrales de este impuesto, adelantando su abono a Hacienda y repercutiendo posteriormente su importe a su cliente mediante la correspondiente factura.
Por lo que, si bien la sociedad limitada en principio parece actuar como una especia de recaudadora, no cabe duda de que se verá afectada, indirectamente, en la fijación de sus precios al consumidor en tanto que verán reducido su margen de beneficio.
El tipo impositivo general es del 21 %, sobre el importe o valor del producto o servicio, si bien existen tipos reducidos según la naturaleza de éstos.
Impuesto sobre Sociedades (IS)
La Ley del Impuesto sobre Sociedades establece la obligación las empresas de tributar en función de los beneficios que obtienen de su actividad, una vez atendidas sus obligaciones fiscales, esto es, pagados los correspondientes impuestos de la sociedad limitada.
El tipo general de este impuesto es del 25 % sobre el beneficio neto obtenido en el ejercicio fiscal, estando las empresas obligadas a presentar una declaración anual, si bien esta será el resumen anual de las declaraciones presentadas trimestralmente en virtud de las cuales se realizarán pagos fraccionados del impuesto.
Entre otros supuestos, se prevé un tipo reducido del 15 % para empresas de nueva creación.
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)
Al igual que ocurría con el IVA, si bien las sociedades limitadas no son personas físicas, están obligadas a presentar las correspondientes declaraciones relativas a este impuesto en la medida en que practiquen retenciones a sus trabajadores o a autónomos que subcontrate (que serán los sujetos obligados al pago del impuesto), así como las que en su caso practiquen en el alquiler de inmuebles o en caso de reparto de dividendos, debiendo presentar trimestral o mensualmente (según el tamaño de la empresa) los modelos que correspondan.
Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE)
Todas las sociedades están obligadas a darse de alta en el IAE en la medida en que es un impuesto que grava el ejercicio de cualquier actividad profesional o económica, si bien las empresas cuya facturación no supere el millón de euros anual quedarán exentas de su pago.
Estos son, en resumidas cuentas, los principales impuestos de una sociedad limitada, a los que habrán de sumarse los que correspondan en su caso, como el IBI, plusvalías, tasas, etcétera; por lo que, tal y como aconsejan los asesores de MDH Emprende, es fundamental conocer al detalle las obligaciones fiscales que corresponderán a nuestra actividad a la hora de decidir la forma social bajo la que se constituya nuestra empresa.